Los implantes dentales son la mejor solución cuando pierdes una pieza o cuando su raíz está tan dañada que una endodoncia no duraría los 10 años de media estimados. Los implantes dentales en Madrid y otras grandes ciudades suelen ser la alternativa elegida incluso entre gente joven, para evitar las dentaduras postizas parciales, adheridas a una base metálica.
Sin embargo, un implante dental requiere de un cuidado tanto por parte del odontólogo que ha realizado la cirugía como por lo que concierne al paciente, para asegurar que son una solución duradera y que no molesta. Desde Mado Estudio Dental, clínica experta en Invisalign en Madrid, respondemos a esas dudas frecuentes entre los pacientes a quienes se les habla de colocar un implante por primera vez.
Preguntas frecuentes sobre los implantes dentales
Además de los precios de los implantes dentales, las siguientes son las preguntas más frecuentes. Antes de continuar, debemos explicar que en los precios de los implantes influye mucho la calidad de los materiales, lo que a su vez tiene relación con la duración del implante dental y con el riesgo de rechazo.
Vamos a hablarte de qué debes saber sobre los implantes dentales realizados por profesionales y con buenos materiales. Si el dinero supone un problema para ti pregunta por nuestros planes de financiación: no queremos que el coste sea el motivo por el que debas renunciar a tener una boca sana o a ponerte en manos de profesionales de la implantología.
¿Cuántos implantes dentales se pueden poner en un día?
En realidad, en un día se pueden poner tantos implantes dentales como desees si tu odontólogo especialista en implantología tiene hueco en su agenda. Puedes salir de la consulta con cuatro, seis o incluso 12 implantes en una misma sesión, pero se suelen colocar dependiendo de la zona de la boca a tratar.
Cuando te realizamos la cirugía para colocar un implante dental o más de uno, tenemos que esperar un tiempo para que el implante de titanio se adhiera bien al hueso que se va a ir formando a su alrededor. Esto puede suponer entre dos y seis meses, en los que vas a estar sin piezas dentales que sirvan para masticar. Tu encía se verá lisa o puede asomar un pequeño cabezal metálico.
Incluso es posible colocar falsas piezas para disminuir el efecto óptico si estás poniendo implantes en una zona muy visible de la boca, pero de momento no hemos logrado que puedas comer un bocadillo o desgarrar carne poco hecha con estos falsos dientes o muelas.
¿Puedes comer con el lado en que estás colocando los implantes? Una vez la herida ha cicatrizado y hemos retirado los puntos, sí, es como si te hubieran extraído una o más piezas dentales, por lo que tu encía sí te va a permitir comer de ese lado con la ayuda de las demás piezas. Pero, como esta masticación será poco efectiva, preferimos ir poniendo implantes primero en un lado y, al cabo de unos meses, cuando ya hemos colocado las coronas y ya sí puedes usar los implantes como si fueran dientes naturales, pasar al otro.
¿Por qué se aflojan los tornillos?
Tu implante dental, una vez terminado, se compone del implante de titanio propiamente dicho, de un tornillo o pilar y de la corona o pieza que hace las veces del diente o la muela.
Tú vas a masticar cada día con tus implantes como si se tratara de tus dientes, y puede suceder si mascas chicle, si sufres bruxismo o si tu mordida no es perfecta, el tornillo se va a ir aflojando y se moverá la corona, no el implante sobre el que ha crecido tejido óseo. También puede suceder esto al cabo de unos años de haber colocado un implante aunque todo sea perfecto.
Cuando esto suceda, debes acudir a tu odontólogo para que apriete el tornillo, porque mientras la corona se mueve hay riesgo de rotura del tornillo por soportar fuerzas para las que no ha sido diseñado o puede desenroscarse del todo, con lo que se desprende la corona. Si se desprende la corona no es extraño llegar a tragarla (por suerte no es peligroso, no es como tragarse un perno).
¿Cómo se ponen los implantes dentales?
El procedimiento es mucho más sencillo de lo que parece desde fuera, viendo tantos aparatos.
En primer lugar, se debe extraer la pieza o la raíz si no se ha hecho antes. Ese día tu odontólogo evalúa si puede colocar ya el implante, lo más habitual, o si es mejor esperar unos días en caso de que tengas infección. También revisará que tu hueso no ha sido dañado por las bacterias causantes de la caries y, en caso de necesidad, te colocará un injerto de hueso. No te asustes, el injerto de hueso suele consistir en añadir un material especial con una jeringa en la abertura donde va el implante y esperar unos minutos.
Una vez ya no hay ni raíz ni infección, con un taladro y suero salino se realiza un pequeño cilindro en el hueso maxilar donde se va a colocar el implante. Estarás anestesiado localmente, por lo que solo vas a sentir un ligero temblor. Y se coloca allí el implante de titanio, cerrando la zona de la cirugía con uno o dos puntos de sutura, que se te retiran al cabo de una semana o diez días.
Entonces debes cuidar esa zona con antisépticos orales y limpiarla con un cepillo dental quirúrgico, tal y como te indiquemos. Esto es muy importante para evitar infecciones en la etapa más delicada del proceso.
Una vez el implante está fijo en el hueso, colocamos un pilar de cicatrización y obtenemos los moldes de tu boca para encargar la corona a tu medida. Cuando está lista la corona, el pilar se sustituye por el tornillo y la propia corona.
¿Cómo se hacen los implantes dentales?
Toda la cirugía se realiza con anestesia local porque es más que suficiente para que no sientas dolor. Cuando te coloquemos la corona, dependiendo de tu sensibilidad en las encías, podríamos ponerte una gotita de anestesia, aunque la mayoría de la gente no la necesita.
Por lo demás, los implantes constan del cilindro de titanio, elegido en función de la raíz a la que va a sustituir, del tornillo y de la corona. La corona se encarga para que sea idéntica a tu antigua pieza dental y puedas morder con ella correctamente.
¿Cómo se nota el rechazo?
Solo un 3 % de los implantes producen rechazo, y en estos casos suele entrar en juego la higiene deficiente. Piensa que el titanio se emplea para cirugías traumatológicas y permanece toda la vida en un cuerpo sin degradarse. Tampoco produce alergias.
Pero si tienes la mala suerte de sufrir un rechazo, no es el fin del mundo. Lo que sucede es que debemos volver a abrir la encía, retirar el implante y esperar un tiempo para volver a colocarlo.
Cuando el cuerpo rechaza un implante, en este caso tu encía forma una cápsula de tejidos alrededor. Estos tejidos hacen que el implante no se puede adherir al hueso, por lo que se mueve o directamente se cae el día en que se retiran los puntos de sutura. También es normal sentir cierto dolor, a veces sangrado y otras presentar bolsas de pus en la zona.
Y es que casos de rechazos auténticos hay muy pocos Se producen por problemas en la osteointegración, es decir, en el proceso por el que se va formando hueso que rellena ese cilindro donde se ha colocado el implante. Se sabe que las personas fumadoras y quienes sufren problemas de coagulación presentan mayor tendencia a sufrir rechazos en implantes dentales, al igual que quienes no cuidan la higiene bucal, en especial los días posteriores a la colocación del implante.
Si te fijas, sufrir un rechazo no implica sufrir también infección, pero que se infecte la zona del implante sí puede ser motivo para que se termine produciendo el temido aunque poco frecuente rechazo.
¿Cómo limpiar los implantes dentales?
Los primeros días, debes aplicar un antiséptico específico tras cada comida y pasar el cepillo quirúrgico cada vez que te toque lavarte los dientes. Una vez retirados los puntos de sutura, ya puedes usar tu cepillo de dientes habitual sin presionar mucho los primeros días, o puedes continuar con el cepillo quirúrgico dos o tres días más.
Desde ese momento, tu higiene de la boca debe ser cuidados para evitar infecciones. Un buen dentífrico, cepillos interdentales o seda dental, o un irrigador de agua si lo prefieres a los interproximales. Vigila que tus encías estén sanas y acude a tu odontólogo si detectas gingivitis, en especial en la zona del implante. También si sintieras molestias.
La infección de tejidos blandos es más frecuente donde tienes implantes que donde conservar tus piezas, si están sanas. Una gingivitis sin tratar podría terminar originando una piorrea en el peor de los casos, y la piorrea compromete la fijación de tus piezas dentales y de tus implantes porque, si es seria, se acompaña de la destrucción del hueso que hace de soporte.
Colocar un implante dental puede ser más rápido que llevar a cabo una extracción complicada, aunque muchas veces la extracción y la cirugía de implantología se realizan en mismo día. Una vez realizada, debes esmerar la higiene dental y esperar unos meses para poder colocar el tornillo y la corona y ya disfrutar de unas piezas fijas que vas a olvidar que no son naturales.